Innovación Abierta y Transferencia de Tecnología
Agilizar los procesos de transferencia es esencial para una adecuada implantación de los sistemas de Innovación Abierta. De ello depende la competitividad futura de nuestras empresas. Por ello, es necesario que las empresas y centros de investigación dinamicen el intercambio de intangibles de forma efectiva.
AUTOR: Ignacio Gómez-Acebo. Director de Desarrollo de la Innovación de Clarke, Modet & Cº
La Innovación Abierta consiste en la adquisición y uso de conocimiento proporcionado por fuentes externas a la compañía para completar sus propios procesos de I+D+i, así como la utilización de formas indirectas de dirigirse al mercado para aquellos resultados de la investigación que no tengan aplicación directa en su negocio.
Esta forma de entender el proceso innovador supone un cambio radical con respecto a los modelos de innovación pasados (modelo lineal). En ellos, el esfuerzo de I+D+i se llevaba a cabo únicamente con recursos internos, y aquellas innovaciones que no se aplicaban directamente en los procesos productivos eran descartadas y abandonadas.
En gran medida, el concepto de Innovación Abierta no supone más que una constatación de las prácticas puestas en marcha desde hace años por empresas exitosas como IBM, Intel, Cisco, Nokia o Procter & Gamble. En un entorno cada vez más competitivo y globalizado, estas multinacionales tuvieron que admitir que no todas las buenas ideas se generaban internamente y pasaron a apoyarse en la investigación de terceros para mantener sus posiciones de liderazgo. De igual manera, no siempre la empresa era el mejor canal para explotar dichas ideas.
En la mayor parte de los casos, el cambio de mentalidad y la nueva mecánica de trabajo han dado resultados excelentes, acelerando el proceso innovador y mejorando la rentabilidad de las inversiones de I+D+i.
Se ha escrito mucho sobre las necesidades y los requisitos para adoptar modelos de Innovación Abierta: a) acercamiento entre las empresas, las universidades y los centros tecnológicos, b) adopción de vínculos más estables con proveedores, c) creación de redes de valor, d) difusión de herramientas colaborativas como los Living Labs o la Web 2.0, etc. Sin embargo, suele omitirse o tratarse de manera muy tangencial un aspecto esencial para poder establecer de manera efectiva este modelo de innovación: la Transferencia de Tecnología.
En un entorno en el que se multiplican las interacciones entre entidades innovadoras, los derechos de Propiedad Industrial e Intelectual son fundamentales como base para construir relaciones efectivas de colaboración. Sin embargo, es asimismo esencial que existan canales y servicios que agilicen el compartir y transferir estos derechos, dotando así de la suficiente fluidez al mercado secundario de tecnología.
En España, dichos canales están lejos de encontrarse suficientemente desarrollados. Es especialmente notable la escasez de intermediarios que promuevan el contacto entre entidades innovadoras para realizar transacciones e intercambiar conocimiento, a pesar de la apreciable labor realizada por numerosos organismos como las OTRIs de las universidades o el CSIC.
Como resultado, la tecnología es todavía un mercado altamente ilíquido, con un número de oferentes muy superior al de demandantes. Aunque no todas las patentes producidas tienen aplicación práctica o un valor económico real, el número de patentes no aplicadas es inmenso, existiendo un gran potencial tecnológico desaprovechado.
A nivel internacional, especialmente en el ámbito anglosajón, están proliferando las firmas de brokerage o, como se autodenominan, Bancos Mercantiles especializados en Propiedad Industrial, algunos de los cuales han organizado incluso sistemas de subastas periódicas, como es el caso de Ocean Tomo. También cabe destacar la creciente importancia de los mercados virtuales de tecnología a través de Internet, cuya misión es poner en contacto a oferentes y demandantes por medio de plataformas on-line.
La implantación de modelos similares resulta cada vez más urgente en España, pues sólo poniendo a disposición de las PYMES y centros de innovación canales y servicios efectivos que permitan agilizar los procesos de transferencia, se conseguirá una adecuada implantación de los sistemas de Innovación Abierta. De ello depende que nuestras empresas puedan insertarse en redes de innovación mayores y acceder a un marco competitivo basado en la innovación tecnológica.
Fuente: madri+d
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